Recomendaciones

Menos es más

Si experimentas dolor, reduce los movimientos. Si persiste, continúa la actividad utilizando la imaginación.
La mente aprende mediante la visualización. Recuerda: «El dolor es una señal de que algo hay que modificar».

Sin esfuerzo

Evita forzar cualquier movimiento. Al reducir el esfuerzo, aumentarás tu sensibilidad y la capacidad de ser consciente de cómo realizas cada movimiento.
El esfuerzo innecesario puede generar fricción en el sistema, causando irritación o daños en articulaciones, músculos y ligamentos.
Busca el placer y la facilidad en el aprendizaje.
Haz de cada sesión un juego, diviértete y explora el movimiento sin preocuparte por llegar a un lugar «correcto».
Hazlo sin juicio, sin expectativas y sorpréndete de los cambios que experimentarás.

Toma descansos

Descansa siempre que lo necesites para integrar los cambios y evitar que los movimientos se vuelvan mecánicos.
Si necesitas descansar no esperes la indicación del pedagog@. Hazle caso a tus necesidades.

Suave y lento

Realiza movimientos de manera lenta y suave. Cuanto más despacio te muevas, mayor será tu percepción.
Enfoca tu atención en las sensaciones internas y permíteles guiarte para encontrar el ritmo y el movimiento más adecuado para ti.
Enfócate en el proceso y no solo en alcanzar el objetivo.
Muévete sin prisa por llegar a la meta y mantén tu atención en lo que sucede durante el desarrollo de la acción.

Define un espacio

Selecciona una superficie que no sea ni demasiado dura – para evitar que tus huesos se resientan al apoyarse – ni demasiado blanda. Es importante sentir un soporte claro y estable.

Viste ropa cómoda y lo suficientemente abrigada para no sentir frío, mientras realizas movimientos lentos y suaves.
Al sentir demasiado frío o calor, se dificulta la posibilidad de aprender.